jueves, 16 de junio de 2011
YO TAMBIÉN
Soy un gilipollas, un autentico idiota, un pobre imbécil que apenas sabe de nada aunque a veces creE saber de todo mas que nadie. Si no hablo mucho no se me nota, soy simpático y halagador. El problema es que a veces, en las reuniones me crezco y empiezo a decir tonterías y a despreciar al prójimo llevado seguramente por mi inseguridad. Si, soy un subnormal que sabe lo justo para camelarse a algunas señoritas interesantes el tiempo justo de echarle unos cuantos polvos hasta que se dan cuenta de mi estupidez. No suelen tardar mas de cinco días, así que cada fin de semana me toca otra vez salir a ver que encuentro, a poner posturitas, poses ridículas, a contar las mismas historias que ya se que triunfan, a dármelas de lo que no soy con el solo fin de poder follar con unas buenas titis. Alguna vez he llegado a creerme el papel que interpreto y me he metido en conversaciones sesudas sobre temas que me vienen grande, generalmente temas de arte o literatura de los que a penas se decir algo coherente. Seguramente habré hecho el ridículo infinidad de veces la mayoría no me entero por mi propia estulticia otras veces la gente, la buena gente, disimula aunque ahora me reconforta saber que al menos ellos se habrán sentido superior al verme decir gilipolleces con aires de suficiencia. Pobre multitud de bellezas femeninas que han tenido que aguantar a un plasta baboso como yo. Seguro que muchas se habrán sentido decepcionadas, engañadas, burladas... y que decir de mis amigos y conocidos que se habrán tenido que morder la lengua mas de una vez para no dejarme en evidencia o sencillamente mandarme a tomar por culo. A veces me pregunto la razón por la que tengo tantos amigos y tantísimas amantes espectaculares que no merezco, seguramente mi dinero ayuda pero la mayoría de ellos y de ellas también tienen bastante dinero. Yo creo que lo primordial, lo que hace que mi prójimo me tolere, incluso a veces me reclame, es mi atractivo físico, mi belleza viril y abrumadora y desde luego mi habilidad única como amante. A veces creo que es una maldición el que todo el mundo quiera invitarme a sus casas de verano o a sus fiestas con la única intención de follarme. Durante un tiempo creí que lo hacían por mi supuesta sabiduría, por mi erudición de pacotilla... pobre idiota lo único que le interesa a la gente de mi son mis grandes ojos negros, mis labios carnosos y mi cuerpo de estibador. Lo peor es que no puedo negarme, ya me resulta difícil rechazar las insinuaciones de muchos hombres así que rechazar a una mujer me resulta imposible, a veces he pensado en follar mal a posta o no broncearme para que se corra la voz pero es superior a mis fuerzas, tampoco tengo fuerza de voluntad. Si, este soy yo: sin inteligencia, sin cultura, sin fuerza de voluntad. Un idiota superficial.
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JJJJJAAAAJJJJJJAAAAA.
ResponderEliminarRealmente bueno.
Saludos.
¿Cómo puedo hacer para ser más idiota de lo que soy?
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